Ante los hechos ocurridos en el marco de la última reunión paritaria del Ministerio de Educación de la Provincia del Chubut, el día 14 de febrero último, en la que nuestro Secretario General a nivel provincial, ha decidido tachar con birome los nombres de dos representantes de su propio sindicato ATE SECCIONAL ESQUEL, nuestros Cros. Mariela OLIVA Secretaria General Adjunta y Jonatan DIAZ integrante de Comisión Administrativa, acusándolos de no compartir su postura, nos vemos en la necesidad de expresar nuestra más enérgica condena.
Este tipo de prácticas no solo constituyen un atropello a los principios democráticos que deberían regir en el seno de cualquier organización sindical, sino que también contravienen de manera flagrante las garantías de libertad sindical que la legislación argentina ampara, siendo el derecho a negociar colectivamente la piedra angular de la libertad sindical. Por ello la utilización de tácticas autoritarias para silenciar las voces bajo acusación de disidencia, lejos de fortalecer el movimiento obrero, lo debilita y lo deslegitima.
Por nuestra parte, siempre nos hemos conducido por la senda donde ningún dirigente sindical puede excluir, de manera arbitraria, a otro representante o afiliado por el solo hecho de disentir con su postura. De esta manera, el acto de "tachar" a representantes legítimamente constituidos y convocados es un claro abuso de poder y una vulneración directa de los derechos establecidos por la legislación nacional.
Esta conducta autoritaria y pueril refleja una actitud infantil ante la adversidad, una manifestación de inmadurez política que, más allá de las diferencias legítimas que puedan existir en un debate sindical, promueve la intolerancia y el despojo de la pluralidad de ideas que debe prevalecer en toda organización democrática, donde se coincide que la voluntad general debe prevalecer, pero bajo el principio de consenso y no de aniquilación de los disidentes. Consideramos que ya se terminó el tiempo de los dirigentes que ven la pluralidad como amenaza y buscan eliminar cualquier forma de idea distinta para consolidar su propio poder.
Este autoritarismo disfrazado de liderazgo es una demostración de la incapacidad de tolerar la pluralidad y de respetar la diversidad de opiniones, las cuales deberían ser un pilar en cualquier sindicato democrático; por lo que este tipo de actitudes, aparte de ser típicas de infantes y cavernícolas, generan un clima de opresión, impidiendo el libre debate y limitando la capacidad de crecimiento y consolidación de una representación auténtica de los trabajadores.
En virtud de todo lo expuesto, repudiamos enérgicamente esta actitud y convocamos a todos los trabajadores y sindicatos a defender la libertad sindical, la democracia interna y el respeto a la disidencia. Un sindicato fuerte es aquel que sabe integrar la diversidad de opiniones y luchas, no aquel que persigue a aquellos que no piensan como su líder. Hoy más que nunca, frente a un Gobierno Nacional que también transita dictatoriales, es imperativo que la comunidad sindical de nuestra ATE se mantenga firme en la defensa de los principios democráticos que guían nuestras luchas teniendo como único objetivo el bienestar de los afiliados y no la apetencia política de ningún pseudo dirigente.
Prensa ATE Esquel.